Cuando la bebé de Karen era recién nacida, ella la alimentaba con leche materna pero no sabía cuánto estaba tomando. Tampoco podía identificar si estaba con hambre o llena. Karen siguió observando y finalmente descifró las señales de su bebé. Karen, al igual que muchas mamás, tenía preguntas sobre el apetito y las sensaciones de su bebé durante los primeros seis meses.
El apetito de su bebé es lo que estimula su alimentación y la detiene cuando está lleno. Este equilibrio del apetito depende de muchas cosas que actúan juntas para ayudar a su bebé a comer y crecer:
Aunque los bebés pequeños no son súper activos, antes de que se dé cuenta, su bebé estará gateando y luego caminando. Este aumento de actividad puede desencadenar un mayor apetito.
Las hormonas actúan por su cuenta, según una sensación de estar lleno y de hambre que se siente en el estómago. Cuando su bebé está hambriento, se liberan ciertas hormonas desde el estómago, que le dicen al cerebro que es hora de comer. Después de que su bebé come, diferentes hormonas viajan a través del cuerpo e indican que el estómago está lleno. Este sistema entre el estómago, las hormonas y el cerebro está ahí cuando su bebé nace, asegurándose de que la alimentación ayude al crecimiento y al desarrollo. Muchos otros factores pueden afectar el apetito de su bebé.
A menudo, los bebés se levantan durante la noche porque tienen hambre. Ese sistema de hormonas funciona durante todo el día, desencadenando el hambre y haciendo que el bebé llore para alimentarse. Después de todo, los alimentos consumidos antes de dormir ya han pasado por la panza del bebé, y está lista para llenarse de nuevo. Conforme su bebé crezca, podrá dormir más tiempo sin comer, pero los bebés pequeños necesitan alimentarse con frecuencia.
El crecimiento y el apetito guardan una estrecha relación. Cuando su bebé está creciendo, su apetito se despierta para garantizar que ingiera suficiente alimento. Igualmente, más adelante cuando su bebé se convierte en niño pequeño, el crecimiento se desacelera y es posible que observe una disminución de su apetito, lo cual a menudo es una de las razones de la alimentación quisquillosa durante la etapa de niño pequeño.
Los bebés nacen con una preferencia natural por los sabores dulces y grasosos y finalmente termina por gustarles la sal. Las investigaciones indican que mientras más se exponga al bebé al azúcar, a la grasa y a la sal en sus etapas tempranas, más le gustarán estos alimentos más adelante. Manténgase alejada de demasiados dulces y alimentos grasosos durante los primeros dos años, cuando su bebé está realizando la importante labor de aprender sobre sabores.
Los bebés tienen una panza pequeña y no admiten mucha comida de golpe. Eso significa que su bebé estará hambriento a lo largo del día. A medida que el bebé crece, también lo hace su pancita, y esta permite que se consuma más líquido o alimento. Esto ayuda a mantener al bebé lleno por más tiempo. Para cuando su bebé tenga 6 meses de edad, es probable que pueda beber de 6 a 8 onzas de alimento.
Los padres pueden influir en el apetito del bebé de forma negativa presionando al bebé a comer más de lo que le pide su cuerpo o no dejando que termine de comer, lo cual puede enseñar al bebé a comer demasiado o a comer poco. Algunos ejemplos de esto son hacer que su bebé termine el biberón o tarro de comida para bebés o no dejarle terminar muy rápido. Estas interacciones pueden enseñarle a su bebé a comer sobrepasando su apetito natural o dejarle con hambre y queriendo más.
¡Entender el apetito de su bebé puede ayudarle a alimentarlo mejor!
Install this web app on your iPhone: tap and then Add to Home Screen.
POSICIÓN ACOSTADA DE LADO
Esta posición es útil en los siguientes casos:
POSICIÓN DE CUNA CRUZADA
Esta posición es útil en los siguientes casos:
POSICIÓN DE FÚTBOL AMERICANO
Esta posición es útil en los siguientes casos:
POSICIÓN DE CUNA
Esta posición es útil en los siguientes casos:
POSICIÓN INCLINADA HACIA ATRÁS
Esta posición es útil en los siguientes casos: