Quieres lo mejor para tu bebé y para ti. Cuidarte a través de la alimentación y el movimiento es un regalo maravilloso para tu bebé que está en crecimiento. En el WIC, te ofrecemos la información y el apoyo que necesitas para tomar las decisiones adecuadas para ti y tu familia. Así, puedes ser la mamá que quieres ser.
Las recomendaciones en esta página no reemplazan los consejos de tu proveedor de atención médica. Anota las preguntas que quieras hacer antes de tus controles prenatales.
Durante tu cita con el WIC, puedes obtener más información sobre cómo cuidarte con la alimentación y prepararte para la llegada del bebé. Esperamos que disfrutes todo lo que el WIC tiene para ofrecer.
Atentamente,
El personal del WIC
La atención prenatal es la atención médica para mujeres embarazadas. Un proveedor de atención médica o una enfermera especializada se aseguran de que tú y tu bebé estén bien.
Obtén atención prenatal apenas creas que estás embarazada. El calendario anterior es una guía; es importante asistir a todas las consultas recomendadas. Puedes obtener más información sobre tu bebé y cómo está cambiando tu cuerpo.
Si necesitas ayuda para pagar la atención prenatal, comunícate con la oficina local de Medicaid.
El embarazo, y en especial la alimentación durante este período, ofrece una maravillosa oportunidad para que valores tu cuerpo y el milagro de dar vida. Confía en ti. Nutrir tu cuerpo te ayudará a satisfacer tus necesidades nutricionales y a aumentar de peso de una manera adecuada. Tu hambre, apetito y aumento de peso serán diferentes a los de otras mujeres, y también cambiarán de mes a mes, así como a lo largo del primer, segundo y tercer trimestre. Disfruta de este momento extraordinario. Practica establecer una rutina de comidas. Si tienes inquietudes sobre las dietas o la alimentación, este es el momento ideal para crear una relación positiva y alegre con la comida.
Confía en que recibirás la alimentación que necesitas. Comer tus comidas y bocadillos a horarios regulares te ayuda a cuidar de ti y de tu bebé.
Recuerda: “Está bien comer. Me esforzaré por tomarme el tiempo necesario para sentarme y disfrutar la comida”.
Aquí tienes algunos ejemplos de cómo podrías armar tus comidas y bocadillos. Crea una comida completa y rica en nutrientes que incluya 3 o 4 alimentos distintos.
Muchas de estas opciones pueden prepararse con alimentos aprobados por el WIC. Disfruta de bocadillos entre las comidas cuando sientas hambre. Considera un solo alimento o combina 2 o 3 para que esta comida pequeña te llene por más tiempo.
Estos son ejemplos de alimentos que pertenecen a cada grupo. Puedo comer más o menos de la cantidad indicada de cada alimento.
Cereal
Pasta
Tortilla
Arroz
Pan
Galletas saladas
Ejemplos: pan integral, pan blanco, tortillas, arroz, fideos, cereales, galletas saladas, pancakes, tostadas francesas, muffins, bagels y cereales secos o cocidos.
Los granos integrales te brindan energía duradera y contribuyen a la digestión, algo importante para mantenerte fuerte durante el embarazo.
Disfruta de una variedad de granos durante la semana, según tu cultura, tus tradiciones familiares y tu presupuesto.
Habichuelas verdes
Zanahorias
Remolachas
Brócoli
Camote
Coliflor
Pimientos morrones
Ejemplos: rebanadas de remolacha, brócoli, coliflor, yuca, papas, zanahorias y habichuelas verdes.
Los vegetales coloridos están llenos de vitaminas, como el folato y el hierro, que apoyan el crecimiento de tu bebé y ayudan a prevenir defectos de nacimiento.
Disfruta de una variedad de granos durante la semana, según tu cultura, tus tradiciones familiares y tu presupuesto.
Kiwi
Ciruela
Nectarina
Arándanos
Manzanas
Sandía
Aguacate
Ejemplos: puré de manzana, rodajas de manzana, trozos grandes de banana, peras rebanadas, duraznos enlatados, kiwi, fresas, sandía, melón cantalupo y melón verde.
Ya sean frescas o congeladas, las frutas aportan vitamina C, fibra y azúcares naturales, que benefician tu sistema inmunológico y favorecen una digestión saludable.
Disfruta de una variedad de granos durante la semana, según tu cultura, tus tradiciones familiares y tu presupuesto.
Yogur
Queso en rebanadas
Leche
Queso requesón
Queso en tiras
Ejemplos: leche entera, baja en grasa o descremada; yogur; queso y queso requesón.
La leche, el queso y el yogur aportan calcio y vitamina D para ayudar a formar los huesos y dientes de tu bebé, además de mantener fuertes los tuyos.
Disfruta de una variedad de granos durante la semana, según tu cultura, tus tradiciones familiares y tu presupuesto.
Mantequilla de maní
Atún
Habichuelas
Huevos
Tofu
Carne de res
Pollo
Ejemplos: habichuelas o guisantes, huevos, mantequilla de maní, carne de res, cerdo, pollo y pescado.
Los alimentos ricos en proteínas favorecen el desarrollo cerebral y de tejidos de tu bebé, y, además, te ayudan a que te sientas satisfecha y con energía.
Disfruta de una variedad de granos durante la semana, según tu cultura, tus tradiciones familiares y tu presupuesto.
Cupcake
Pudín
Galleta
Helado
Brownie
¡Un “gustito” dulce de vez en cuando está absolutamente bien! Disfruta de galletas y otros postres como bocadillos de vez en cuando.
Disfruta de una variedad de granos durante la semana, según tu cultura, tus tradiciones familiares y tu presupuesto.
Mantequilla
Queso crema
Aderezo ranchero
Salsa de carne
Necesitas algo de grasa para crecer, obtener energía y para que la comida esté sabrosa.
Las grasas saludables ayudan al desarrollo cerebral de tu bebé y a que tu cuerpo absorba los nutrientes.
Ejemplos: mantequilla, crema agria, queso crema, aderezo ranchero, salsa de carne y otras salsas.
Quesadilla con guacamole
Pizza
Macarrones con queso
Lasaña
Burrito
Sándwich
Algunas comidas son una combinación de grupos de alimentos y juntos conforman una comida sabrosa.
Comidas como los sándwiches, los estofados y la pizza pueden ser una excelente manera de disfrutar una mezcla sabrosa de varios grupos de alimentos.
Ejemplos: pizza, estofados, sopa, macarrones con queso, espagueti, lasaña, burritos, quesadillas, tacos suaves, hamburguesas y sándwiches.
Las enfermedades transmitidas por los alimentos pueden ser complicadas tanto para ti como para tu bebé. Algunos alimentos aumentan el riesgo de intoxicación alimentaria. Estas recomendaciones te ayudarán a protegerte a ti y a los alimentos que preparas.
Lávate las manos con agua y jabón antes de comer o preparar comida.
Lava los vegetales y las frutas con agua antes de comerlas o cocinarlas.
Cocina la carne de res, el cerdo, el pollo, el pavo, el pescado y los mariscos hasta que estén bien cocidos.
Calienta bien las salchichas, los embutidos y los fiambres como la mortadela, el salami o el jamón hasta que generen vapor.
Consulta al personal del WIC o a tu proveedor de atención médica qué pescados son seguros y las cantidades recomendadas durante el embarazo.
Desecha cualquier alimento que parezca sospechoso, que tenga sabor ácido o tenga moho.
Evita manipular la caja de arena de los gatos.
Consulta a tu proveedor de atención médica antes de tomar hierbas o beber tés herbales; podrían no ser seguros para tu bebé.
No tomes ninguna otra vitamina a menos que te la recete tu proveedor de atención médica.
El ácido fólico es una vitamina que necesita cada célula de tu cuerpo. El ácido fólico ayuda a prevenir defectos en la columna vertebral y el cerebro de tu bebé, que se forman en las primeras etapas del embarazo. Se recomienda consumir al menos 400 microgramos (mcg) todos los días.
Los siguientes alimentos son buenas fuentes de ácido fólico:
Durante el embarazo, el hierro es esencial para cubrir el aumento del volumen de sangre que necesita tanto tu cuerpo como el de tu bebé. Si no consumes suficiente hierro, puedes desarrollar anemia, lo que te hará sentir cansada y fatigada; además, la falta de hierro puede provocar un parto prematuro o anemia en tu bebé. Para evitar esto, consume alimentos ricos en hierro, como carnes rojas, espinaca y alimentos con vitamina C (naranjas, fresas, toronja, brócoli, jugo de naranja y tomates), ya que la vitamina C ayuda a tu cuerpo a absorber el hierro.
Combina alimentos ricos en hierro con alimentos altos en vitamina C. Comerlos juntos ayuda a tu cuerpo a absorber más hierro de los alimentos.
Las mujeres embarazadas experimentan cambios hormonales que pueden afectar la salud bucal.
Usar un cepillo de cerdas suaves. Cepillarte con suavidad. Si tus encías sangran al cepillarte o usar hilo dental, comunícaselo a tu proveedor de atención médica.
Realiza actividades que te alegren y enriquezcan tu vida. Encuentra actividades que te gusten.
El aumento de peso es una parte natural de un embarazo normal y saludable. Durante el embarazo, es común que el aumento de peso varíe. Esto ocurre porque el bebé está creciendo y tu cuerpo se está adaptando para apoyar su desarrollo. En ocasiones, podrías aumentar de peso más rápido, en especial durante ciertos periodos de crecimiento repentino del bebé. En otros momentos, el aumento de peso podría disminuir. Es importante que te cuides con la alimentación y que asistas a las visitas médicas con tu proveedor de atención médica para asegurarte de que el embarazo avanza bien. Recuerda que cada embarazo es único, por lo que el aumento de peso puede variar de una persona a otra.
Tu bebé podría pesar entre 7 y 8 libras (aproximadamente entre 3 y 3,6 kilogramos). Eso explica parte del aumento de peso durante el embarazo. ¿Qué pasa con el resto? A continuación encontrarás un ejemplo de cómo se distribuye:
Evita el tabaco, la nicotina, el alcohol (cerveza, vino, licor o cócteles), la marihuana y las drogas ilegales durante el embarazo. Todos estos productos pueden afectarte a ti y a tu bebé de forma negativa.
Sabemos que puede ser difícil dejar o reducir el consumo de tabaco, nicotina, alcohol, marihuana y drogas ilegales.
Si tienes problemas para dejar o reducir el consumo de estas sustancias, hay recursos disponibles que pueden ayudarte.
NO ESTÁS SOLA.
ESTAMOS AQUÍ PARA APOYARTE.
Consulta con tu proveedor de atención médica antes de tomar cualquier medicamento para asegurarte de que sea seguro para el bebé.
Tu cuerpo cambia cuando estás embarazada. Es posible que sientas malestar estomacal; ciertos olores y alimentos pueden causarte náuseas o vómitos. Puedes experimentar acidez estomacal. Puedes sentirte llena más rápido de lo habitual.
Las “náuseas matutinas” pueden ocurrir en cualquier momento del día. Comunícate con tu médico si no puedes retener los alimentos o líquidos y empiezas a perder peso.
A medida que tu bebé crece, podrías sentir malestar estomacal al comer. Podrías experimentar estreñimiento. Habla con tu proveedor de atención médica si tienes estos problemas. No tomes medicamentos a menos que tu proveedor de atención médica te lo indique.
Aquí tienes algunos consejos:
La leche materna tiene la cantidad adecuada de nutrientes que el bebé necesita durante los primeros 6 meses de vida. ¡La lactancia materna también tiene beneficios para ti! ¡El WIC y tu proveedor médico están aquí para apoyarte!
Las tomas nocturnas requieren menos esfuerzo: no necesito preparar fórmula ni lavar biberones.
La leche materna siempre está lista y a mano.
La lactancia materna me hace ahorrar dinero: no necesito comprar fórmula ni biberones.
Los bebés que son amamantados tienen un menor riesgo de padecer:
La lactancia materna te ayuda a lograr lo siguiente:
Muchas mamás tienen preguntas sobre la lactancia materna. Habla con el personal del WIC sobre cualquier inquietud que tengas en relación con la lactancia materna.
Para obtener más información sobre la lactancia materna, visita wicbreastfeeding.fns.usda.gov
Infórmale a las enfermeras y a tu proveedor de atención médica que tu objetivo es la lactancia materna exclusiva. Pídeles que respeten estas pautas mientras sean seguras para ti y tu bebé desde el punto de vista médico.
Lactancia materna exclusiva: no le des fórmula, agua ni agua con glucosa a mi bebé antes de hablar con mi pareja o conmigo.
Piel con piel: durante mi estadía, quiero sostener a mi bebé piel con piel tanto como sea posible.
Extractores de leche: si mi bebé no puede tomar el pecho o está separado de mí por razones médicas, quiero usar un extractor de leche lo antes posible. Si necesito extraerme leche por más tiempo del que dure mi estadía en el hospital, recuérdenme llamar a la oficina local del WIC.
Sin biberones ni chupetes: no le den a mi bebé tetinas artificiales. Esto incluye chupetes o cualquier tipo de biberón.
Apoyo para la lactancia: ayúdenme con la lactancia durante la primera hora después del parto y durante mi estadía en el hospital.
Bolsas para llevar a casa: no nos den fórmula ni información sobre fórmula cuando nos den el alta del hospital. En su lugar, recuérdenme que, al elegir amamantar, le estoy dando a mi bebé la mejor nutrición posible.
La fórmula infantil también es una opción nutritiva para alimentar a los bebés. Puedes amar a tu bebé y hacer un excelente trabajo al alimentarlo, ya sea mediante la lactancia materna o con fórmula.
Los bebés crecen bien de cualquier manera.
Si no te gusta, no amamantes y no te sientas mal por ello. Debes sentirte cómoda con la forma en que alimentas a tu bebé para hacerlo bien.
Ya sea que elijas alimentar a tu bebé con leche materna o fórmula, tu bebé depende de ti para alimentarse bien. Alimentar con fórmula no es difícil, pero sí requiere aprendizaje. Para obtener más información sobre la alimentación con fórmula, consulta la Guía para la alimentación desde el nacimiento hasta los 6 meses.
¡Tener un bebé requiere mucho esfuerzo! A veces, puedes sentirte cansada, sensible y un poco irritable. Incluso puedes sentirte triste. Busca momentos para descansar y relajarte. Si te sientes abrumada, pide ayuda.
Pide ayuda a tu familia y amigos.
Habla con tu proveedor de atención médica.
Los sentimientos profundos de tristeza, dificultad para dormir, irritabilidad, cambios en el apetito y dificultad para concentrarse pueden ser signos de depresión. Puedes deprimirte durante el embarazo o después de haber tenido a tu bebé. Es importante comunicarle tus inquietudes a un médico o enfermera.
Si piensas en hacerte daño a ti misma o a tu bebé, busca ayuda de inmediato.
Comunícate con tu consejera de lactancia de madre a madre del WIC de tu localidad para obtener ayuda adicional o con la experta en lactancia materna designada del WIC si tienes preguntas sobre la lactancia materna.
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POSICIÓN ACOSTADA DE LADO
Esta posición es útil en los siguientes casos:
POSICIÓN DE CUNA CRUZADA
Esta posición es útil en los siguientes casos:
POSICIÓN DE FÚTBOL AMERICANO
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POSICIÓN DE CUNA
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POSICIÓN INCLINADA HACIA ATRÁS
Esta posición es útil en los siguientes casos: